Belle Époque Argentina. Sombreros gigantes, autos eléctricos, menús en francés y el boom de la bicicleta
“Si en otro momento me hablabas de la Belle Époque, pensaba solo en una época en blanco y negro, de muchas galeras, bigotes y exagerada elegancia –confiesa Daniel Balmaceda, autor del recientemente editado Historias de la Belle Époque Argentina (Sudamericana)–. Hoy, puedo decirte que me resulta un período inmensamente atractivo. El hombre, acompañado por los avances tecnológicos, comenzó a sentirse vencedor por sobre la naturaleza. Una época de cambios, enmarcada entre guerras [período comprendido entre 1871 y 1914], es decir, desde el final de guerra franco-prusiana hasta la Primera Guerra Mundial. El término se usó varios años después para evocar, con cierta nostalgia, la pausa entre dos cruentas guerras”.